Seguidores

martes, 14 de septiembre de 2010


Bien, veamos. Después de concluir que tengo depresión, me va a dar medicamentos ¿cierto?. Sé que cientos de personas los toman y están bien. En serio. Saldré de aquí y volveré al trabajo con mis nuevos antidepresivos. Cenaré con mis padres y los convenceré de que volví a ser una persona normal que no causa problemas. Y un día un tipo me propondrá matrimonio. Será amable y mis padres estarán muy contentos. En el primer año haremos el amor todo el tiempo. En el segundo y en el tercero cada vez menos y menos. Y cuando nos cansemos el uno del otro, saldré embarazada. Tener un hijo, mantener un empleo y pagar la hipoteca mantendrá nuestra estabilidad por un tiempo. Y luego de unos diez años tendrá una aventura, porque estaré muy ocupada y muy cansada. Y lo voy a descubrir. Trataré de matarlo... y a su amante. Y a mí misma. Lo superaremos... Y algunos años después, tendrá otra. Esta vez voy a fingir que no lo sé porque armar un alboroto no vale la pena esta vez. Y viviré el resto de mis días a veces deseando que mis hijos tengan la vida que nunca tuve. Otras veces, feliz en secreto, porque se están convirtiendo en mi repetición. Estoy bien, de verdad.